La coma vocativa
¿Cómo se escribe? ¿Hola, amigos u hola amigos? Sigue leyendo este artículo para conocer más sobre la coma vocativa, aquella que invoca.
Antiguamente, se tenía la idea de que los signos de puntuación servían para respirar en una lectura en voz alta. Algo había de cierto, pues, originalmente, las lecturas se hacían en voz alta, pues no todas las personas sabían leer. Sin embargo, la colocación de signos de puntuación responden más a una lógica semántica que prosódica, es decir, a partir de cómo separamos las ideas y no tanto en cómo las leemos.
La falsa idea de la respiración nos ha hecho creer que la coma vocativa no es necesaria, aquella que usamos cuando nos referimos a alguien o buscamos que ese alguien atienda lo que decimos. Veamos cómo funciona.
Cuando le hablamos a alguien, cuando lo invocamos, se escribe una coma antes de referirnos a ese alguien. Como se tiene la idea de que la coma está de más, regularmente, se omite, lo cual no es correcto.
Vamos a la fiesta, amigos.
¿Puedes venir, Juan?
Enrique, buenas tardes.
No estoy de acuerdo, Ivonne, no me gusta tu plan.
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Veamos otro ejemplo de cómo la coma vocativa cambia el sentido de la oración:
María estudia en la cocina.
María, estudia en la cocina.
En la primera ocasión describimos que María está estudiando o acostumbra a estudiar en la cocina. En la segunda oración, le indicamos a María que vaya a estudiar a la cocina. Es grande la diferencia, ¿no?
Por último, no hay que confundir la coma vocativa con la coma asesina, aquella que se escribe incorrectamente entre el verbo y el sujeto. Así que, la coma vocativa tiene una función, no la omitamos. Si te pareció interesante este artículo, compártelo y síguenos en nuestras redes para más consejos.